El autor y escritor peruano Herbert Oré Belsuzarri, recientemente ha publicado un nuevo trabajo que expone un interesante punto de vista sobre un tema que por mucho tiempo se ha especulado.
Desde la antigüedad, los escritos y tradiciones orales, narraban que los
dioses y semidioses vivieron con los hombres.
La versión del Libro de la creación en el Génesis Bíblico,
posee una serie de afinidades con la leyenda Babilónica del Enuma Elish. Este
poema data del 2000 a 2600 a.C., mucho antes de cualquiera de las versiones del
Génesis Bíblico.
El Enuma Elish
cuenta que Marduk (Dios Babilonio) creó el Universo. Primero, emanó luz de los
Dioses Babilónicos para iluminar su trabajo. Luego, Marduk creó el firmamento,
un duro y claro “techo” que se sostiene por encima del cielo. Luego, Marduk
creó la tierra seca, por debajo del firmamento, y luego creó las luces de los
cielos. Finalmente, Marduk creó a los humanos, y en el día final los Dioses
descansaron y celebraron. El orden de la narrativa en el Génesis sustenta
signos inequívocos de la influencia del Enuma Elish (Enuma Elish,
significa en acadio “cuando
en lo alto”, y son las dos primeras palabras de un poema babilónico que
narra el origen del mundo.
El paralelismo se
encuentra también entre el Génesis y la leyenda épica Babilónica de la Epopeya
de Gilgamesh, escrita alrededor del 2000 A.C. En Gilgamech, encontramos la
historia de Utnapishtim, un hombre al que la Diosa Ea le informa que la tierra
será destruida por el Dios Enlil en un rapto de cólera, ahogándolo todo en un
gran diluvio.
En respuesta, Utnapishtim fabrica un gran barco de madera, y lo carga con si
mismo, su familia, y toda clase de animales vivos. Grandes lluvias azotan la
tierra por seis días, todo es inundado y ahogado excepto Utnapishtim y su bote.
Luego que las aguas “bajan”, Utnapishtim envía a una paloma, luego una
golondrina, y por último a un cuervo a encontrar tierra seca. Luego del
diluvio, Utnapishtim y su esposa son recompensados por los Dioses y hechos
dioses a si mismos, y son llevados al cielo. (Al Noé bíblico no le llevaron al
cielo). Demás está decir que las similitudes entre este poema y la leyenda de
Noé son inconfundibles. Es muy probable que parte del Génesis se redactado bajo
el influjo de la tradición sumeria y babilónica.
Este interesante trabajo puede ser leído en esta página en la parte inferior o puede obtener una copia en:
http://es.scribd.com/doc/122636969/Herbert-Ore-Vivieron-Los-Dioses-Entre-Los-Hombres en formato PDF para su biblioteca digital o solicitar una copia al autor a través del correo: herberthore1@hotmail.com
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