EL SOLSTICIO DE VERANO EN EL HEMISFERIO SUR.
En el libro "El solsticio de verano en el hemisferio sur" del masón Herbert Oré B. se tiene una explicación sobre diferentes aspectos esotéricos de América y el antiguo mundo europeo:
Los
indios Hopi afirman, que sus antepasados fueron
visitados por seres
procedentes de las estrellas que
se desplazaban en escudos volantes o pájaros tronantes, y dominaban el arte de
cortar y transportar enormes bloques de piedra, así como de construir túneles e
instalaciones subterráneas. Estos salvadores eran los katchinas (o kachinas), que
significa, Sabios, ilustres y
respetados.
En
este mismo concepto y con similar uso en América del Sur, en el Perú, hace 3,500
a.C. en Sechín Bajo los constructores de esta cultura hicieron sus templos en
forma de pirámides y con “cavernas circulares” para sus rituales iniciáticos.
Las plazas circulares en el antiguo Perú
forman parte de una tradición arquitectónica propia de los orígenes de la
civilización andina. Fueron construidas solo por sociedades agrícolas que
alcanzaron cierto grado de organización política. Es seguro que la plaza
circular de Sechín Bajo haya formado parte de un centro ceremonial
impresionante para su época. Allí residía la “jefatura”, una o varias personas
designadas por su comunidad para dirigirla temporalmente. Estos se encargaban
de concentrar y redistribuir los excedentes de producción y de dirigir las
actividades de cohesión social (faenas comunales, fiestas, rituales, etc.). La
jefatura evolucionó a “Estado Prístino” cuando los jefes adquirieron poderes
teocráticos y hereditarios, como ocurrió en la misma Sechín Bajo, en Sechín
Alto y Cerro Sechín, posteriormente.
Este libro fue escrito especialmente para la revista internacional "Dialogo Entre Masones" y se publico en el número de diciembre 2014.
Este libro fue escrito especialmente para la revista internacional "Dialogo Entre Masones" y se publico en el número de diciembre 2014.
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