CARLOS NAPOLEON DEL CARPIO.
La Ley de
Causas y Efectos
O Karma
Parte Nº 3
Cortesía:
R:.H:. Carlos Napoleón del Carpio Palacios
Consideraciones
sobre
La
reencarnación y el Karma
¿Condenó la
iglesia la doctrina
De la Reencarnación?
El Concilio
de Constantinopla II fue instalado el 05-05-553 de nuestra era, no por el Papa
Virgilio, sino por el emperador Justiniano. El Papa, que estaba en
Constantinopla, protestó y rehusó comparecer.
Este Concilio
fue convocado para tratar una controversia teológica que involucra a tres
representantes de la Escuela de Antioquía: Teodoro de Mopsuestra, Ibas de
Edessa y Teodoreto de Ciro, sobre la diferencia entre “El hijo del hombre” e
“Hijo de Dios”. Esta controversia era conocida con el nombre de “Tres
Capítulos” y fue el objeto exclusivo de la convocatoria. Ni Orígenes ni la
Reencarnación por Él profesada fueron causa del Concilio.
Las
conclusiones sobre los “Tres Capoítulos” fueron sometidas al Papa para su
aprobación, la cual fue dada, bajo la presión del Emperador, seis meses
después, el 8-11-553 y en febrero del 554.
En este
Concilio como tal el Papa no condeno a Orígenes y tampoco la doctrina de la
Reencarnación. ¿Qué ocurrió realmente? La fuente de información está en la
Enciclopedia Católica, volumen IV, pág. 170, volumen XII, pág. 456 y volumen
IX, pág. 346.
El Emperador
Justiniano era enemigo declarado de los origenistas, un partido que existía en
Palestina. Los Obispos, reunidos en una sesión extraconciliar, por orden del Emperador
tenían que considerar una forma de origenismo que nada tenía que ver con
Orígenes. Presionados por el Emperador y conscientes de que el Papa Virgilio
casi perdiera la vida por rehusarse a concordar con Justiniano, suscribieron 15
anatemas propuestos por el Emperador.
Después de 6 meses de amenazas, el Papa consintió en aprobar una condena
contra los “Tres Capítulos”, pero no se pronunció sobre los demás anatemas
aprobados en la sesión extraconciliar.
Por lo tanto
se comprueba que una forma de origenismo que nada tenía en común con la
Doctrina de la Reencarnación de Orígenes, fue condenada no por el Concilio, ni
por el Papa, sino por algunos Obispos comandados y presionados por el Emperador
en una sesión extra conciliar.
A pesar de
este error, durante siglos, se ha creído que la doctrina de la Reencarnación
fue condenada por la iglesia y por lo tanto las autoridades eclesiásticas la
excluyen de las enseñanzas católicas.
Durante la
edad media, esta doctrina fue perpetuada por grupos cristianos, llamados
heréticos, los más prominentes fueron los Cátaros. También fueron famosos los
Albigenses y los Waldenses, los Bogomilos, los Paulicianos, sin contar los
grupos más antiguos como los Simoniitas y los Gnósticos Cristianos, más
conocidos como Maniqueos, Marcionistas, Basilidianos y Valentinianos.
El Karma
La palabra
Karma proviene de la India. Literalmente significa “Acción”. Con el tiempo se
ha interpretado como “Acción y reacción” o “Causa y Efecto”.
Karma
proviene del sánscrito y se deriva de KAR, que significa poder creador y MAN
pensador. Es la acción de la voluntad por medio de la causalidad (Causa y
Efecto), es la acción y reacción de la voluntad humana sobre el pensador
mismo. Cada cual cosechará lo que
siembre.
KARMA,
también significa compensación ajustada a su causa motivadora. Cada acto físico
o mental trae consigo un resultado, una compensación, la cual en su efecto está
relacionada con el valor de su causa.
La Ley de
Karma o Causa y Efectos, esta íntimamente relacionada con la Ley de Atracción
que manifiesta que lo que dices, piensas o haces … ESO … es lo que atraes…
Es una Ley
impersonal e imparcial, justa e inevitable, independiente del tiempo y del
espacio. Exigirá a cada cual de acuerdo
con sus responsabilidades conscientes.
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